La producción de cacao en el primer semestre del año aumentó 24% en comparación con el mismo periodo de 2009 y las exportaciones de los seis meses de 2010 ya superaron el total del año anterior, informó el Presidente Ejecutivo de la Federación Nacional de Cacaoteros (Fedecacao), José Omar Pinzón Useche.
Según el dirigente, la producción registrada del primer semestre llegó a 21.952 toneladas, frente a 17.692 del mismo periodo de 2009 y es la cifra más alta de los últimos cinco años, entre otras razones por las condiciones climáticas favorables, pues fenómenos como El Niño no atacan de manera importante el cacao, ya que el sol favorece el cultivo más que la lluvia.
Así mismo, hay nuevas áreas que están entrando en producción, a lo cual se suma las mejores condiciones económicas, sociales y de seguridad del país y los buenos precios que animaron a los agricultores a cultivar. Además, las expectativas de exportación han favorecido las decisiones de siembras, pues los precios internacionales han sido altos y la tendencia es a que se mantengan porque sigue el déficit en el mercado mundial entre producción y consumo que no crecen al mismo ritmo, según las cifras de la Organización Internacional del Cacao (ICCO).
Otro de los resultados favorables del semestre, según lo expuesto por Pinzón Useche, con base en las estadísticas oficiales del gremio, es el relativo a las exportaciones que llegaron a 1.728,4 toneladas, cuando en todo 2009 sumaron 1.670,2 toneladas.
Este logro muestra la tarea que se viene cumpliendo por parte del gremio de tratar de posicionar el cacao colombiano en el mercado internacional, donde ya empieza a ser reconocido por su calidad y por tanto se está demandando, aunque es claro que se trata de una tarea de mediano y largo plazo, para cuando el país logre excedentes de exportación.
Sin embargo, todavía hay que saber más en detalle qué clase de cacao tiene Colombia, hacer estudio por regiones, pormenorizar clones, determinar sabores, cantidades por departamento, presentar los beneficios para la salud de su consumo, lograr certificaciones y sellos para atender nichos especiales de mercado, entre otras labores.
Lo importante, dijo, es que el cacao que se produce en Colombia y que ha sido reconocido por la Organización Internacional del Cacao (ICCO por sus siglas en inglés) como fino de sabor y aroma, está incursionando en mercados como el europeo donde se cuenta con chocolatería fina que requiere para su fabricación una materia prima como la que está en capacidad de ofrecer el país.
Esto incluso se corroboró en Chocoandino, evento donde industriales artesanos de Italia reconocieron la calidad del grano nacional y se mostraron dispuestos a pagar una prima, siempre y cuando cumpla con las exigencias que ellos demandan para satisfacer el paladar de sus consumidores. Este ejercicio sirvió para ver la importancia de los clúster y de la necesidad de realizar mayores inversiones en el subsector, así como mantener los apoyos del gobierno al cultivo.
Precisamente, en el tema de precios, se observa que en el mercado de futuros de la Bolsa de Nueva York el promedio del primer semestre fue de US$3.037 por tonelada, valor que resulta rentable para los productores, aunque en el caso de Colombia la revaluación puede afectar el ingreso de los productores.
De hecho, al comparar los precios de la Bolsa de Nueva York con los que se pagaron a lo largo del semestre al cultivador nacional, se nota un acercamiento entre las dos cotizaciones, lo cual es un estímulo para el cacaocultor que de esta manera está percibiendo un precio parecido al internacional.
No obstante, en el ámbito interno ahora está la preocupación por el fenómeno climático de La Niña, que se caracteriza por un nivel de lluvias superior al promedio y que aunque hasta el momento no ha causado mayores daños al cacao, sí puede ocasionar graves problemas de orden sanitario, principalmente por los ataques de Monilia, enfermedad que se ve favorecida con el invierno y que puede llegar a reducir hasta un 70% de la producción.
Por eso, el llamado del gremio a los cultivadores es seguir las orientaciones y recomendaciones de los técnicos de la Federación para mitigar el impacto de esta enfermedad, y empezar a cuidar la próxima cosecha de fin de año pues el momento es propicio y con buenas perspectivas para su comercialización, para lo cual también será necesario preocuparse para producir una buena calidad del grano.
Fuente: Fedecacao